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18 abril 2011

001849 – OHM..

Estoy sumamente… Atónita. Anonadada. Impresionada. Incluso malhumorada.
Dudo sobremanera de que esto que escribo vaya a ser leído por ella –aunque todo puede ser-. Asique paso a comentar, sobre todo para descargarme un poco y dejar de aturdir a todos con el mismo tema. Tengo una profesora (en el fucking colegio), sumamente resentida socialmente y hasta fracasada por su vida miserable, que intenta transformar a todo aquel alumno que tenga a su cargo –aunque sea por una hora- en una especie de… Digamos, fracasado. Parecería que lo disfrutara. Ojo, creo que de hecho lo hace.
Hoy tuve un episodio bastante alterante con tal individuo. Primero lo primero: había entregado un trabajo basado en una aburrida y estúpida obra teatral hace aproximadamente quince días, y recién la semana anterior me devolvió la corrección. Uno de los puntos del trabajo era narrar la opinión personal (cosa absurda si la habrá). Cuando observo, había escrito al dorso del trabajo, por debajo de tal opinión, “Hablar con la profesora” con una birome berreta azulada con brillitos. Bien. Hoy, se acercó ella a hablarme con su ridícula postura soberbia y derramando arrogancia por doquier. Comenzó su cortísimo discurso pasando factura de que no la había buscado para hablar sobre el trabajo (cosa que si hice pero que ella -como siempre- nunca supo, porque vaya uno a saber a dónde se había ido en medio del horario escolar, pero no me compete). Más tarde, le siguió una frase referida al trabajo impreso, ya que supuestamente “debe ser siempre escrito a mano”. OK. Remató la idea con una alusión a que la opinión personal, no era mía. A lo que inmediatamente respondí “es absolutamente mía” (textualmente y con una inexplicable risa contenida en mi interior). Finalizó toda la situación diciéndome que entonces, iba a comenzar a exigirme ese nivel.
Fueron segundos en los que se me pasó de todo por la cabeza para contestarle. Y cuando digo TODO, es TODO en serio. Desde desubicarme y caer tan bajo como ella, hasta reírme tendidamente enfrente de su molesta presencia. Pero lo que yo digo es lo siguiente… ¿Se supone que tendría que haber sacado la opinión de la web? ¿Copiado de alguien? A diferencia de ella, yo SI se lo que significa OPINIÓN, y también lo que significa PERSONAL.
Pobre. Muy en el fondo… Algo de lástima me genera alguien que dice ser profesora de lengua y literatura cuando hace referencia a un tapete como una colcha sobre la cama. Claramente requiere un diccionario. ¡Urgente! Y un consejo para todos aquellos que seas o vayas a ser profesores: si se toman el minúsculo tiempo de analizar si un trabajo es hecho por un alumno o no (sea copiado de la web o lo que fuese, como tan de moda está), tómense el minucioso tiempo de googlearlo.
Ah, si; cierto que en su caso, apenas sabe lo que es el Paint, bueno… Que llame a la hija. A mi me podrá decir cualquier cosa, mientras tenga un fundamento lógico y coherente. De ahí en más, está en mi contestarle o no, rebajarme o no. Ella rebajarse no, porque más abajo no se puede estar. No me vengan con pelotudeces. Yo no tengo la culpa de que ella haya sido una excluida en su infancia. Tampoco tengo que hacerme cargo de sus problemas con la gente, ni mucho menos de su complejo de inferioridad. Todo comentario que pueda dejarla en desventaja, la perjudica psíquicamente. En tanto uno -siendo alumno-, sepa algo que ella desconoce… Agarráte porque se convierte en su nuevo punto.
A todo esto, no voy a ser hipócrita tampoco. Sé muy bien qué me conviene y qué no. Y habiendo ya repetido dos años de esta maldita secundaria, no pienso ponerme ni en contra ni mucho menos a favor de absolutamente NADIE. Y mucho MENOS de un(a) profesor(a). Claro está. Ha de saberse que la demagogia no fue creada para mí.