Día del niño. Con casi veinte años de edad, juro que lo que menos espero es regalos por esta fecha. Sin embargo, sigo recibiendo. Y se ponen interesantes los regalos a medida que uno va creciendo. O será porque le damos más importancia o nos fijamos más –bueno, hablo por mí-.
Felicidades entonces, a todos nuestros niños internos que serán inmortales –y traten de no matarlo jamás-. y sigo pensando en que debería cambiarse el “día del niño” por “el día del hijo”. Que tengan bonito día!