002275 – Martes

Después de un día… Tan extraño. No solo por el pesado sol que había a la tarde, y que ahora está espantosamente rosado el cielo y fresco el viento; sino por todo en general. Me desperté a las siete de la mañana sin sueño. ENTENDÉS? Sin sueño! Curioso. Más llamativo fue salir a la calle después de haber escuchado al meteorólogo del noticiero diciendo “no lloverá” y que chispeara en el trayecto. Al mediodía convencí a mamá de ir a comer tacos, pero eso si, tuvo que ser al shopping porque había cosas que comprar. Pero pueden creer lo más curioso de todo el día? Salí del shopping SIN UNA MALDITA BOLSA. No sé cómo me contuve de no comprarme las botinetas nude en Zara -con una plataforma de cuatro centímetros y un hermoso taco aguja- que para colmo estaban en la estantería de la puerta, y es lo primero que vi apenas entré al local. Ni cómo me contuve para no llevarme dos pantalones (uno rosado y otro turquesa) de Basement by Kate Moss. Ni cómo me contuve para no llevarme una hermosa campera de cuero azul (ya no me acuerdo dónde la vi!). Ni de cómo me contuve para no comprar la cartera color suela de Blaqué. Todavía ni yo lo entiendo. De todas formas, fue auto-repetirme “volveré por eso, por aquello y por lo otro; cuando venga por los regalos del día de la madre me llevo todo”. Y de hecho, eso voy a hacer. Que no queden dudas. El problema es que temo comprarme todo para mi y no comprar los regalos para mamá, no sería la primera vez que me sucede.
Ahora a terminar de armar la maldita entrega de figurinismo para mañana y ya a dormir porque me pegó el sueño con todo. Mientras hoy andan todos enfiestadísimos, ebrios y completamente llenos de sustancias químico-tóxicas, yo voy a dormir muy tranquila y relajadamente. Ah, ¿hay partido no? Bueno, me alegro. Entre el partido, la Justin-manía, y la catarata de todas las pelotudeces que escuché hoy… Tengo más sueño todavía. Adioooooos!