A veces tratar de ser simpático o serlo en exceso... a decir la verdad, está bueno. Pero cuando hay que aprobar un exámen, tratar de conseguir una beca, o un ascenso en el trabajo. No cuando se trata de caer bien a una persona a la cual aún, no conocés.
Las mentiras, engaños, o como quieran llamarlos; no guían a un buen destino final y, lamentablemente, se terminan rápido. Por eso a veces es mejor decir que no salís a comer el fin de semana porque no podés, porque los recursos no te lo permiten o que no te fuiste afuera en Semana Santa porque tampoco podías. Y si alguien viene a contarte como la pasó en Miami ,en lugar de jugar con la envidia, alegrate por el/ella que si pudo ir.
A veces la felicidad también se consigue a través del orgullo y la alegría de los demás.
