Hay momentos en los que hablar de frente es lo mejor y ayuda mucho a la comunicación entre ambos individuos. Pero esto solo ocurre cuando el interés del otro existe y está presente. En caso de que no esté presente, se generan las molestas discusiones.
¿Cual es el sentido de querer destruir una pareja en la cual vos no tenés nada que ver?
Es una buena pregunta. Pero que aún no contiene una respuesta coherente, y dudo que la tenga algun día.
Supongamos que: una persona tiene una pareja, en la cual la confianza recién se empieza a consolidar. Lo cual deriva en que, al no estar aun del todo formada, puede sufrir algunas grietas y llegar a quebrarse por malas ondas de terceros. Estos terceros quieren influir entre ellos, sin saber por qué lo hacen. Simplemente porque son gente sin ganas de conseguirse una propia vida. Ahora la pregunta es... ¿Vale la pena ponerse mal? ¿Gastar energías en alguien que no se lo merece? ¿Rebajarse en enfrentarla?
En definitiva, si hicieramos alguna de todas las acciones de las preguntas anteriores, la persona que nos quiere perjudicar, se estaría saldriendo con la que quiere conseguir. Entonces, solo comuniquemosnos a traves de todas las palabras que tenemos al alcance. Y tratemos de averiguar cual es el conflicto que la otra persona, el tercero en disputa, tiene contra nosotros. De saberlo se verá a futuro como se deberá actuar. 
