No siento el día de hoy como tal. Es decir, como sábado. Me sigue pareciendo domingo desde que me desperté. Es una horrible sensación, en serio. El día afuera es extrañamente fresco por estar pisando noviembre. La televisión no coopera en absoluto. El perro de mi hermano es molesto hasta estando dormido. Conclusión: una tarde asquerosa. Pero hey, no todo es tan malo; mira: estoy sola en casa, por lo que puedo hacer y deshacer a gusto y piachere, tengo tortas en la cocina, la playstation de mi hermano para mí sola y el teléfono completa y exclusivamente habilitado para mí. NO ESTA MAL!