No sé cómo habrá sido su mañana, pero la mía fue extensísima y asquerosa. Con solo decir que al despertarme creí que eran las diez; hasta que miré el reloj y eran las siete y cuarto. A eso del mediodía, rondando las doce, ya me parecían las cuatro. Ahora, a descansar un ratito y después sigo, con mi hermano nos espera una bonita tarde. Byeee