El que menos nos mira, el que más llama la atención de todos. Justo él. Justo ese, ese mismo que pasa y todo el mundo observa. Ese mismo es al que mirás, y te preguntás en tu adentro ¿Por qué pasa esto? Justamente por la sencilla razón por la que llama nuestra atención. Lo más cómico de todo esto es cuando decide darte algo de bolilla.