Si bien es una frase que saqué de un cuento que leí para el colegio, lo más rescatable que obtuve de él fue esta frase. La cual me hizo reflexionar bastante y pensar en las cuantas veces que nos hemos peleado o discutido con algún viejo amor y nos hemos quedado vacíos. A pesar de que en ese momento alguien nos haya aconsejado, más ayá de ser un buen o mal consejo, y no lo hemos escuchado. O quisás si, pero no lo suficiente. Entonces... Cuando tenemos tanto al lado nuestro o mucho para dar al otro, lo mejor es fijarse dentro de uno. Los sentimientos siempre tienen la razón y dicen la verdad, que a veces es dura y cruel.
También, me lo puse a ver desde otro costal totalmente diferente. En el que ví reflejado la fama y el dinero, con lo que estas cosas conllevan consigo. Cuanta más es la fama o el dinero, uno más se ciega y para poder seguir adelante y necesario recurrir al propio interior de cada uno.
En resumidas cuentas, la frase es totalmente cierta: Cuando mucho es demasiado para ver bien, solo hay que cerrar los ojos y escuchar en su interior.