Cortísimo. Desde que me quedé dormida a la mañana cuando me tenía que despertar a las 7.30 para ir a gym, me terminé despertando a las 8.45 y a las corridas y apuradas casi sin haber desayunado me fui para el colegio a hacer clase de salsa. Dios me libre la próxima por favor. En fin, sin contar eso, fue corto y casi ni se sintió. Salvo por el tremendo calor de las dos de la tarde en plena clase de computación, seguida de dos horas de historia Argentina, la cual me la pasé riendo, tomando gaseosa y dibujando. En fin el calor se sintió igual independientemente de lo que cada uno hace o deja de hacer.
