Se terminó una semana más. Bueno, casi. Exceptué sin querer los dos días que restan.
La semana en sí, fue rápida, pero hoy el día es in-ter-mi-na-ble. Después de arreglar con Camileits ir a almorzar a Mc, terminé almorzando en casa a la una del mediodía. A las dos y media, salí con mamá a hacer algunas compras, pero claro, es tan viva ella que ni preguntó los horarios de atención de los locales –ni tampoco se fijó- y terminamos haciendo una hora de tiempo en una desierta cafetería de la zona. Bueno, desierta hasta que salieron los chicos del Florida Day School y dejó de estar desierta. A la vuelta, corrí para llegar a casa a las cuatro y media que venían las ladys a merendar y hacer un trabajo en equipo. Lo que me he reído… No tiene nombre! Ahora, voy a cenar y arreglarme para salir un rato al menos, ya que mañana me voy al campo y, claramente, no voy a salir más que a comprar algo o tomar algo por allá. Que arranquen genial su fin de semana!